Un tema complejo, polémico y controvertido es el de ¿Bolsa de plástico, algodón o papel? Para llegar a una conclusión, los investigadores han tenido que medir y evaluar el impacto ambiental de estos productos durante todas las etapas de su existencia (Análisis de ciclo de vida – ACV) el cual se lleva a cabo desde la extracción de materias primas, la producción, la distribución, el uso, la posible reutilización, el reciclaje, la valorización y la gestión de residuos.
Desde Botemia, sin pretender decir que somos los expertos en el tema, viendo la perspectiva de lo que al final representa el impacto medio ambiental tanto de las bolsas de papel como del plástico y el algodón, sea el tipo de material que se escoja, queremos hacer un llamado a un debido reciclaje de estos elementos pues si bien su proceso de fabricación, transporte y uso genera suficiente contaminación, al no llegar a ser desechados de una manera adecuada, no solo afecta nuestra salud sino también la del planeta. Cuando reciclamos debidamente permitimos que ese elemento regrese a su ciclo de vida, mientras que cuando no lo hacemos, generamos consecuencias graves tales como el cambio climático dada la contaminación y el aumento de la polución (“Los desechos o materiales que no se reciclan deben ser incinerados en el menor tiempo posible. Esto genera cenizas y gases tóxicos que aumentan los niveles de contaminación en el aire, generando a su vez problemas respiratorios para los habitantes de ciudades o regiones enteras. Pero no es solo eso; también habría un aumento de los gases de efecto invernadero, que elevaría la temperatura media de la Tierra e incidirá directamente en el calentamiento global.”)
Para ahondar en el tema en referencia, hemos consultado diferentes artículos en los que se habla sobre los aspectos de utilización de energía eléctrica y o de agua para fabricar estos elementos, teniendo en cuenta el significado final que tiene cada uno de estos ítems en los procesos de reciclaje de los productos mencionados. Por ejemplo: utilización del agua necesaria en el caso del papel y desde otro ángulo el consumo de energía básica para el procesamiento tanto del plástico o por otro lado, las grandes extensiones de terreno y agua que se requieren para producir una bolsa de algodón (Producir 1 kg de tejido de algodón requiere más de 40.000 litros de agua)..
No vamos a entrar aquí en lo que corresponde a la logística, teniendo en cuenta los costos de flete, tanto de un tipo de producto como de otro, pues esto puede variar tremendamente según el caso; nos vamos a referir a la composición de los mismos, es decir, como se presenta el producto a reciclar en el momento de su separación. En el caso del papel tenemos los de papel corriente de cualquier tipo y los que vienen laminados con plástico y/o aluminio. En el caso de productos elaborados con plástico, tenemos gran variedad de ellos, los cuales evidentemente requieren clasificación, pero diríamos nosotros, proceso mucho más complejo en estos últimos que en el caso del papel.
Aquí entramos en el tema de un sistema operativo bastante complejo, donde está involucrada mano de obra, como diversos equipos, unos más sofisticados que otros y en general podríamos decir, casi sin irnos a equivocar, que, en cuanto al plástico, este requiere procesos más sofisticados que el papel.
Éste último factor pocas veces, o quizá en ninguno de los artículos al respecto, se maneja como una parte del costo Ambiental final del producto obtenido en dichos procesos, pues no solo lo anterior hace parte del tema, algo muy complejo y que necesita de un más profundo análisis, puesto que la energía eléctrica necesaria en el uso de los diversos equipos puede provenir, en muchos casos, de centrales que funcionan a base de carbón y/o de petróleo y esto último, como es obvio, genera gases de invernadero que nunca se cuantifican en todo este asunto del reciclaje.
No solamente todo lo anterior, sino también por el hecho de que lo que se escribe sobre ello, se presenta muchas veces con comentarios seudo-científicos o fruto de intereses comerciales de las empresas a que corresponden las materias primas que originan los productos en cuestión.
Con todo lo mencionado anteriormente sólo pretendemos que la ciencia profundice sobre el tema, especialmente para destruir mitos que circulan sobre estos materiales y finalmente podamos llegar a conclusiones fuera de intereses económicos o políticos, que de una manera u otra están involucrados en el tema tan importante que ocupa al mundo como es el Reciclaje y la Contaminación.
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