Ungir… ¿Lo sabemos todo?
Sí. Sé que en el diccionario encuentro el significado de la palabra ungir: extender aceite sobre la superficie de alguien o algo. Pero el punto va más allá de la definición de ese término. Digo esto pues es supremamente interesante ver que el concepto de unguir es milenario y se presenta en religiones y creencias de distintas culturas de todo el mundo. como fue en el antiguo Egipto, (ver jeroglíficos), y en Israel, en los pueblos árabes, en el cristianismo antiguo, en el cristianismo moderno, en el catolicismo y así alrededor de muchas costumbres, particularmente relacionadas con la religión o con creencias de diverso tipo. Lo curioso de esto es que en dichas creencias la invocación que se realiza se refiere a divinidades expresadas de distinta manera, y no obstante la diversidad de expresiones existe un hilo conductor entre todas ellas. Al final, las prácticas son muy similares aunque las deidades o divinidades son diferentes, no sólo en su contexto sino en la interpretación que inspira y regula sus actos.
¿Qué es entonces ese hilo conductor que indica la presencia de un trasfondo sobre el tema de ungir? Veamos cómo podemos acercarnos un poco al significado común que une dichos ritos de tipo religioso o mágico. He aquí algunos ejemplos que están al alcance de muchos para tratar de hacer un paralelo que nos ayude a dilucidar, aunque sea un poco, el tema que nos ocupa. En química, por ejemplo, cuando el hidróxido sódico reacciona con el ácido clorhídrico se produce la sal común, un compuesto muy abundante en nuestro planeta. Éste proceso o fenómeno, como se le llama generalmente, siempre produce los mismos resultados dentro de los mismos parámetros. Veamos otro fenómeno en el que el sonido tiene un papel fundamental. Si se toma una lámina de metal y se cubre con arena fina bien distribuida y luego se le aplica o se la expone a diferentes sonidos y vibraciones, la arena toma distintas formas geométricas dependiendo de la nota. Siempre ocurrirá lo mismo si se repiten las mismas notas y se dan las mismas condiciones. (Ver figuras de Ernst Chaladni en el siguiente vídeo.)
Curiosamente, en las ceremonias religiosas siempre existe el sonido, ya sea en palabras cantadas o dichas con cierta inflexión o acompañadas de instrumentos. La pregunta es: ¿Qué hay detrás de esto?, ¿Estaríamos hablando de efectos o fenómenos que ocurren en dimensiones distintas de las que conocemos? ¿No será que en esas dimensiones suceden fenómenos con fuerzas que afectan al ser humano? ya no solamente desde el punto de vista fisiológico, que es aceptable, como resultante de aceites con esencias que tienen efectos biológicos, ni tampoco a aquellos aromas que afectan las neuronas del cerebro, o de sonidos, o a vibraciones de distinto tipo, como magnetismo, electricidad que distorsionan, por decirlo así, las funciones cerebrales? No; me quiero referir a sonidos, que conjuntamente con ciertas palabras y movimientos podrían activar otros componentes más sutiles que forman parte del cuerpo humano.
Ahí quedan preguntas para las cuales no conozco respuestas científicas satisfactorias.
Nosotros en Botemia creemos en los beneficios terapéuticos que la ciencia de la Aromaterapia contempla y por ello en nuestros productos y utilizamos aceites esenciales, aromas y elementos que podemos enmarcar dentro de las condiciones de efectos físicos y por eso creemos que nuestros productos son beneficiosos para la piel. En cuanto a la otra parte esotérica, no nos vamos a pronunciar de ninguna manera, pero también nos quedamos con la pregunta que seguramente muchos de ustedes se harán: ¿por qué la similitud de estos ritos o actos de ungir son comunes en muchas regiones del planeta y dentro de creencias tan diferentes y con deidades particulares en cada una y aceptadas por sus distintas culturas?
El tema invita a la reflexión.
Esperamos que os haya gustado nuestro cuento de hoy y sobre todo ¡que obtengáis todos sus beneficios!
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