Corre el año 117 A.C.; nos encontramos en Roma en la calle Veneto, de lejos oímos el ruido de un carruaje que viene espantando perros y animales que se atraviesan en su camino; ¿quién es el personaje que vemos?; un Senador romano, es el senador Flavio, y se dirige a los baños exclusivos de la aristocracia Romana; es una rutina que acostumbra realizar con frecuencia, pues busca en el baño, no solamente el placer del agua, sino también otra costumbre o rito que observó y aprendió en sus viajes por el imperio, en este caso en Francia.
Los sirvientes de los baños salen a recibirlo con todas las reverencias que su cargo merece. Entra al lugar donde se despoja de sus vestiduras ayudado por su sirviente personal para disfrutar de su baño tradicional. Se dirige al baño, se sumerge rápidamente y al emerger da una mirada a su alrededor. Como siempre, se encuentran en ella unos pocos miembros de la aristocracia Romana quienes lo miran con respeto y le hacen su respectiva venia de saludo; el senador con aires de hombre de más los mira con cierta insolencia y con una pequeña inclinación de cabeza corresponde al saludo.
Uno de los aristócratas se acerca para ponerle conversación, él hace un gesto como si fuera una impertinencia el interrumpir su ablución preferida; sin embargo, atiende lo que esté le dice. No obstante, la conversación se lleva acabo; en cuando al tema, este trata solo de temas irrelevantes, y no es para menos, todos saben que el senador no gusta de comentarios políticos, pues ante la situación que vive la corte a nivel del emperador y los demás miembros del gobierno por las demandas de los inmensos territorios que controla el imperio romano, no da para irlas tratando a discreción por todos los ámbitos sociales.
El senador se despide de los aristócratas con una inclinación de cabeza, se sumerge en el agua varias veces para disfrutar de su temperatura agradable y hace señas a su sirviente, quien espera para que lo lleve al lugar que utiliza para vestirse nuevamente. El senador se sienta en una banca que se encuentra allí, mientras el sirviente sale unos momentos y regresa con un cuenco con agua y con unas flores dentro; luego con un pequeño cántaro va sacando agua del recipiente y la va aplicando sobre la cabeza y el cuerpo del senador, quien en un estado como de trance y totalmente inmóvil siente como el agua recorre su piel inspirando con su aroma de lavanda una relajación y paz que compenetra todo su cuerpo.
Si esta historia es realidad o ficción no lo sabemos, lo que sí sabemos en Botemia, es que la flor de la Lavanda entrega un aroma especial inigualable, el cual, tradicionalmente ha sido utilizada para propiciar un sueño tranquilo cómo también para crear un entorno de paz y sosiego.
Con la flor de la lavanda podemos hacer muchas cosas. Podemos usarla para cocinar, para hacer una deliciosa infusión y también podemos usarla para hacer hidrolatos, maceraciones, aceites esenciales y hasta jabones!. Cualquier de estas presentaciones permiten que la lavanda libere todas sus propiedades en beneficio de nuestro bienestar.
- Infusión de Lavanda: es un poderoso sedante, muy útiles para tratar casos de nerviosismo o ansiedad, además de atenuar los efectos que estas situaciones pueden generar, como por ejemplo dificultades al dormir. Hierve en un cazo una taza de agua, cuando empiece a entrar en ebullición añade la lavanda, dejándola en el fuego durante 3 minutos, apaga y deja en reposo otros 3 minutos. Finalmente cuela y endulza con azúcar o miel.
- El oleato de lavanda consiste en macerar las flores secas en un aceite vegetal, por ejemplo, el de almendras dulces, dejarlo en un tarro de cristal cerrado durante por lo menos 4 semanas en un lugar oscuro. Este aceite es muy hidratante pues ha absorbido todas las propiedades de la lavanda, siendo bueno para hacer masajes relajantes, como hidratante del cuerpo o como mascarilla capilar.
Esperamos que os haya gustado nuestro cuento de hoy, sobre los baños de aromaterapia y que os dé ideas para poder hacer vuestros propios ingredientes en casa y sobre todo ¡que obtengáis todos sus beneficios!
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